martedì 6 giugno 2017

Sembrando paz, documento en Español



Primer Encuentro Sembrando Paz
Roma, 8 y 9 de abril de 2017
Manifiesto de Solidaridad por la Paz del Pueblo Colombiano

Los convocantes y participantes del Primer Encuentro Sembrando Paz realizado en la ciudad de Roma (Italia) los días 8 y 9 de abril de 2017, expresan su apoyo y solidaridad con el pueblo colombiano en este momento decisivo en la implementación del Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno y FARC-EP firmado a finales del 2016 y saludan el proceso en marcha con el ELN emprendido a comienzos del 2017.

Como resultado de las discusiones generadas en estos dos días y que reunieron a diversos representantes de organizaciones internacionales y de colombianos en el exterior, se consideró necesario avanzar en la conformación de una Red Europea de Solidaridad por la Paz del Pueblo Colombiano (RESPAZ).

Esta Red más que una nueva y pasajera plataforma de trabajo espera convertirse en el mediano plazo en un espacio de incidencia, reconocimiento y ampliación de los esfuerzos generados previamente en Europa por diversos sectores y foros, entre ellos los colombianos en el exterior, en torno a la construcción de la paz.

Esta Red trabajaría de forma articulada, permanente y con una clara vocación de incidir (más que decidir) generando agendas de seguimiento, monitoreo y defensa de lo pactado desde el exterior y en conexión con diversos aliados sociales, académicos y políticos en Colombia. Por tanto, orientados y cobijados por ese horizonte, los convocantes y participantes de este Primer Encuentro Sembrando Paz manifiestan la urgencia de aunar esfuerzos y solidaridades con el pueblo colombiano en torno a una paz que:

1. beneficie a amplios y plurales sectores de la sociedad colombiana, orientada en su finalidad a la materialización del bienestar popular y ciudadano y no a la paz neoliberal que tiene como horizonte únicamente la pacificación territorial para la inversión extranjera y los procesos económicos extractivos expulsores de vida.

2. se construya y reivindique desde los acumulados, necesidades y capacidades de las comunidades, los territorios y los colectivos sociales, pluralizando su sentido en diversos espacios y escenarios donde sea posible la realización de los derechos colectivos a la identidad, el territorio, la vida, la organización, la participación y la autonomía.

3. reivindique el lugar, las experiencias, los saberes, las luchas de las mujeres en la construcción de una sociedad justa, de una vida pública incluyente.

4. fortaleza mecanismos de participación como la consulta previa que, si bien existen, no representan plenas garantías para las comunidades y contribuya a fortalecerlas jurídica y políticamente frente a agentes que pretenden expropiarlas de sus territorios, recursos y formas de imaginación de la vida.
5. no niegue, ni oculte, ni invisibilice la conflictividad social, política, económica, cultural aún existente en Colombia, a pesar del importante paso en la finalización negociada de una parte del conflicto armado.

6. reconozca, en contravía de la desinformación de los medios de comunicación dominantes, información parcializada o sesgada por organismos oficiales o información tendenciosa de diversos sectores de derecha del país, que muchas de las causas estructurales y factores prolongadores históricos del conflicto y las violencias en el país, aun continúan vigentes en los territorios y las instituciones.

7. sea solidaria con la movilización, lucha y denuncia desde diversos movimientos sociales y plataformas populares dentro y fuera del país, en torno a los esquemas, estructuras y actores estatales y no estatales que aún hoy en el país mantienen y profundizan las injusticias sociales, la desaparición forzada de la vida.

8. sea sensible a las múltiples institucionalidades comunitarias y ciudadanas locales (Consejos Comunitarios, Zonas de Reserva Campesina, Resguardos Indígenas, comunidades de paz, espacios humanitarios, organizaciones de campesinos, asociaciones de productores, colectivos de defensores de derechos humanos, organizaciones de víctimas, colectivos culturales y políticos, colectivos de mujeres) y a sus acumulados históricos en la construcción de paz en los territorios.

9. pueda ser fortalecida y profundizada desde la Comunidad Europea, desde distintas redes, foros, espacios, con un esquema solidario, no neocolonial ni de control global, de diplomacia y acompañamiento internacional.

10. desafíe y denuncie el accionar de las estructuras y agendas paramilitares aún vigentes en muchas regiones del país y que se están constituyendo en un riesgo evidente para los excombatientes de las FARC-EP en proceso de tránsito a la vida civil concentrados en las distintas zonas veredales de normalización y transición, pero también para la vida y lucha de los defensores y defensoras de derechos humanos en el país.

11. cuestione la hegemonía de los grandes medios de comunicación y apoye la construcción de formas y plataformas alternativas de comunicación locales, regionales e internacionales, desde un sur global plural, que propenda por una pedagogía y movilización de información veraz sobre el proceso de paz en Colombia.

12. ayude a fortalecer procesos y prácticas de reconciliación desde la escuela, desde la Universidad, desde la academia popular y desde pedagogías plurales para la convivencia y no repetición.

13. confronte una visión de las comunidades y los territorios desde la homogeneización cultural y reconozca la importancia de las prácticas y procesos históricos interculturales que han caracterizado al país.

14. reivindique la condición diversa de las víctimas y de los sobrevivientes del conflicto colombiano, sus diversos exilios, sus afectaciones, formas de afrontamiento y luchas colectivas, la condición de lucha de los colombianos víctimas en el extranjero, la situación de los territorios que también han sido víctimas, los tejidos sociales fracturados y los proyectos democráticos abortados.

15. desescale el lenguaje y las acciones de estigmatización con las comunidades, con los líderes sociales, con los opositores políticos y, en esa medida, desmonte la lógica y el discurso aún vigente en el país del enemigo interno y de la guerra preventiva contra las comunidades y los oponentes.

16. reconozca la construcción de unas memorias esclarecedoras, transformadoras e intergeneracionales, donde los grupos, los colectivos, las comunidades, las personas con distintas orientaciones religiosas, sexuales, políticas más afectadas conozcan la verdad de lo ocurrido y tengan la plena confianza de no repetición de lo ocurrido.

17. reconozca la necesidad de una memoria esclarecedora sobre el papel de los empresarios, las mafias políticas locales, las estructuras paramilitares, las estructuras del narcotráfico en el conflicto

18. reconozca que en el territorio además de las víctimas del conflicto armado, están las víctimas del desarrollo.

19. fortalezca y blinde el proceso de dialogo con el Ejército de Liberación Nacional desde una amplia y profunda participación de la sociedad civil

20. acompañe la construcción de garantías de retorno para los exiliados y la diáspora colombiana en el exterior que ha sido víctima, garantías que pasan por un desmonte de las estructuras y aparatos de seguridad y de los esquemas de persecución.

21. solidarice los esfuerzos de tránsito hacia la vida civil de los y las excombatientes de las FARC -EP y del ELN y profundice el monitoreo de la democratización de las oportunidades políticas, económicas, culturales y sociales para todos ellos en el país.


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